SANTO DOMINGO,R.D.- Reitero que el SDSS ha perdido dinamismo al agotarse la etapa de la
afiliación fácil, basada en los esquemas tradicionales de los viejos
seguros sociales. Ahora, la terea de avanzar hacia la protección
universal requiere de mucha apertura conceptual y capacidad innovadora
para diseñar modelos no convencionales de afiliación, recaudo y pago, de
acuerdo a las características laborales, sociales y económicas de los
sectores pendientes de afiliación.
A raíz de dos artículos en diciembre sobre AMUSSOL, recibí varias
observaciones de apreciados e influyentes lectores, las cuales
agradezco, aunque disiento en algunos puntos. Con el objetivo de
informar, opinar y debatir en un ambiente de respeto mutuo, comparto la
esencia de los reparos y de mi respuesta.
No es justo rechazar a AMUSSOL “porque no esté contemplada en la Ley
87-01”, ya que tendríamos que hacer lo mismo con el Plan de Desarrollo
de Servicios de Salud (PDSS), y los copagos que incluye. AMUSSOL no
reemplaza ninguna figura del Sistema, más bien las complementa, pero el
PDSS sustituye al Plan Básico de Salud (PBS), la columna vertebral del
SFS. Presenté y defiendo a AMUSSOL básicamente como una valiosa
herramienta para viabilizar el Régimen Contributivo Subsidiado, por lo
que su rol actual en el Contributivo se explica por la posposición
indefinida de aquel.
Comparto la “preocupación por el sub registro de los que cotizan por
debajo del salario mínimo”, ya que es muy alto y atenta contra el
equilibrio financiero del SFS. Pero el surgimiento de AMUSSOL no
determina su permanencia, sino la falta de voluntad para enfrentar,
tanto a los pequeños como a los grandes evasores.
La “alta siniestralidad y el elevado índice de dependencia”, tampoco
son características exclusivas de los afiliados a AMUSSOL. La gran
mayoría de los asalariados pendientes de afiliación laboran en pequeñas
unidades con escasa división del trabajo y baja productividad, devengan
salarios inferiores a la media nacional y tienen una carga familiar
superior al conjunto.
Coincido en que “en los esquemas voluntarios el riesgo de afiliación
de los más enfermos es mayor”. Sin embargo, estimo que en el caso de
AMUSSOL no resulta tan alto, ya que sus titulares tienen que cubrir la
cotización completa de los tres seguros, lo que les encarece el acceso y
reduce el sesgo implícito.
No creo que “la aparición de otros Amussoles vaya en detrimento del
SDSS”. Pero si comparto la necesidad de regular la creación,
habilitación, funcionamiento y supervisión de este y de cualquier otro
modelo, sin privilegios ni discriminación, con arreglo a los principios
en que se cimenta el SDSS. Además, para proteger a sus actuales y
futuros afiliados contra eventuales estafas y fraudes.
Espero que estas puntualizaciones contribuyan en algo a una visión
más integral y objetiva del tema. Y que incentiven más iniciativas
innovadoras.
http://www.acento.com.do/index.php/blog/12331/78/La-Seguridad-Social-requiere-de-nuevos-modelos.html
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