SANTO DOMINGO,R.D.-Durante los últimos 13 años, la Corporación del Acueducto de Santo Domingo (CAASD) ha sostenido una producción promedio de 392 millones de galones diarios (mgd) de agua potable, los cuales, sumados a otros 34 mgd que aportan más de 1,200 pozos de particulares garantizan un total de 426 mgd para abastecer una población que ronda los 3.3 millones de habitantes.
Tal producción, distribuida racionalmente entre esa población permite la entrega de 129 galones diarios por persona (426/3.3=129) equivalentes a 488 litros por persona por día (488 l/p/d) dotación esta, que es muy superior a la que se sirve en ciudadescomo Buenos Aires (370 l/p/d) Santiago de Chile (196 l/p/d), México (250 l/p/d), Li-ma (259 l/p/d) y Caracas (230 l/p/d).
Sin embargo, son escenas cotidianas la aglomeración de personas tras un camióncisterna, en una improvisada pileta o frente a la fuga de una tubería averiada en busca de un poco de agua por diversos barrios, y esto se produce el mismo día que en otros sectores muchos ciudadanos, manguera en manos, lavan sus vehículos o riegan sus jardines, y el agua fluye por cunetas y callejones.
El contraste entre ambas escenas nos revela dos cosas: primero, la aplicación de una irracional e injusta distribución que deja muchos barrios sin agua durante una, dos o más semanas al mes y barrios con suministro ocasional mientras a otros le proporciona un abasto permanente las 24 horas del día. Segunda, las malas condiciones y deficiencias de las redes.
Podría pensarse que modificando los esquemas y operativos de distribución y haciendo algunos reajustes y reparaciones en las instalaciones del acueducto, rebasaríamos la aberrante situación que hemos descrito pero no es así.
Aun cuando tales medidas significarían un primer y gran paso de avance, ello no sería suficiente porque la situación es más compleja.
Se trata de que bajo el entramado de esa problemática subyace una causa más profunda y difícil de remover: el desprecio y la mala conducta de la población frente a sus recursos hídricos manifiesta en sus hábitos dispendiosos de consumo y su costumbre de utilizar los cursos y cuerpos de agua como basureros.
Es evidente que corregir esa conducta ya enraizada en una sociedad con tantos atrasos y deformaciones culturales como la nuestra está fuera del alcance de la CAASD porque aquí entran en juego las responsabilidades compartidas de varias entidades tales como las alcaldías, el Ministerio de Salud Pública, las escuelas, los medios de comunicación las iglesias y otras, pero, por su naturaleza y funciones ella es obligada la encargada de encabezar esa misión.
Mientras tanto, esa institución tiene en sus manos las dos herramientas clave para reducir el consumo dispendioso que es la principal causa: primero la medición del agua consumida y su correspondiente cobro. Segundo, un racionamiento justo y equilibrado que garantice la satisfacción de las necesidades básicas, ambas apuntaladas con una sistemática y permanente campaña de educación y concientización.
Obviamente todo esto es un proceso arduo y complejo que solo tendría resultados significativos si cuenta con el apoyo firme y sostenido de los gobernantes, pero si no se emprende y sostiene, no será posible romper el fatídico y costoso círculo vicioso de buscar más agua para aumentar el dispendio y aumentar el dispendio para tener que buscar más agua.
Se deduce de lo expuesto, que a los fines de mejorar el servicio, CAASD tiene por delante tres grandes retos:
1ro.- Equilibrar sus esquemas de distribución y racionamiento.
2do.- Reducir las fugas por averías 3ro. Bajar el consumo dispendioso de la población.
Finalmente surge una pregunta crucial: ¿Está la CAASD en condiciones y con capacidad de enfrentar exitosamente esos retos?
(El autor es ingeniero hidráulico).
El dato
Producción de agua
Santo Domingo 488 litros/persona.
Caracas 230 litros/persona.
Santiago de Chile 196 litros/persona.
Ciudad de México 250 litros/persona.
Buenos Aires 370 litros/persona.
Por. Ramón B. Castillo
https://elnacional.com.do/deficit-de-agua-es-solo-ficcion-en-la-capital/
No hay comentarios:
Publicar un comentario