Consumir frutas y verduras es muy importante si llevas una dieta equilibrada. Sin embargo, en algunos casos, incluso el melón o la sandía pueden representar un peligro. Así es cómo puedes comerlos sin poner en riesgo tu salud.
No deberías consumir el melón al final de la comida, ya que puede provocar hinchazón e indigestión, explicó la nutrista Elena Solomátina en una entrevista con la radio Vechérnaya Moskvá. La experta subrayó que el consumo de esta fruta no es recomendable para las personas que sufren de diabetes y otras enfermedades crónicas. Tampoco sería beneficioso para los niños menores de dos años, las personas de la tercera edad y las mujeres embarazadas.
Pese a estos riesgos, el melón es muy bueno para el corazón, los huesos, los dientes, el cabello y las uñas. Además, fortalece los vasos sanguíneos y ayuda a superar una intoxicación, mientras que los carotenoides que contiene son beneficiosos para la vista.
Por su parte, la dietista Olga Grigorián afirmó que otra popular fruta, la sandía, también podría volverse peligrosa si se consume en grandes cantidades. La dosis recomendada es de 300 gramos a la vez y no más de 1,5 kilogramos al día. Este delicioso alimento contiene altas cantidades de azúcar, así que representa un peligro para las personas que sufren de diabetes y aterosclerosis.
Tampoco es recomendable consumir esta fruta si eres alérgico o tienes asma. La sandía puede dar lugar a erupciones cutáneas. También puede agravar las enfermedades de la piel como la psoriasis.
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