BARAHONA,R.D.- La laguna de Cabral o del Rincón está a punto de secarse por completo. El 12 de julio pasado apenas le quedaba el 1% de los 28 km2 de superficie que tenía en 1967, la medida más antigua que hemos encontrado. Este tamaño la hacía el mayor ecosistema de agua dulce de nuestra isla.
La Dra. Yolanda León es bióloga y profesora universitaria en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo. Hace investigaciones y realiza acciones de conservación de especies y ecosistemas amenazados. Es la actual presidente del consejo directivo de la ONG Grupo Jaragua.
Empezamos a trabajar en el Refugio de Vida Silvestre Laguna de Cabral hacia el año 2013 con BirdlLife International. Esta laguna dominicana ha sido reconocida internacionalmente como un “Humedal de Importancia Internacional” bajo la convención Ramsar, como un “Área Importante para las Aves y la Biodiversidad” por BirdLife International y como un “Sitio Clave para la Biodiversidad” del Caribe por Conservación Internacional. También, un estudio de Ducks Unlimited (2007) la colocó en tercer lugar a nivel de América Latina y Caribe en cuanto a su importancia como hábitat para patos migratorios que se reproducen en Norteamérica. Conteos hechos en los años 2000s por el Grupo Tinglar registraron más de 100 mil individuos en un sólo día de varias especies de patos durante la temporada invernal (patos de orilla, de la Florida y espinosos sobre todo). Y, hasta hace poco, se consideraba que esta laguna tenía la población más importante de nuestra única tortuga endémica, la jicotea sureña (Trachemys decorata), muy amenazada de extinción y confinada a muy pocos espacios del suroeste de RD. Los flamencos, rey congos, garzas diversas, ibis (negros y blancos) y otras vistosas aves acuáticas también la utilizaban como hábitat.
Otra causa muy citada por la población local es la sedimentación de la laguna, es decir, que el “embalse” que es ella misma, se ha llenado de sedimentos (sobre todo arcilla y limo) transportados por sus afluentes, y eso provoca que no conserve el agua que recibe. Algunos han llegado a acusar a una empresa que tiene una cantera al sur de la mina al lado de una cañada temporal (ahora seca) de ser el principal culpable de dicha sedimentación. Nuestra opinión es que el aporte excesivo de sedimento a la laguna es una realidad, y posiblemente sea también un factor agravante a la actual situación. Sin embargo, la sedimentación es un efecto lento y gradual que no parece haber impedido algunos de los altos niveles alcanzados en años recientes fuera de eventos extremos (por ej en 2013, cuando alcanzó un área de 33km2). Además, si vamos a buscar a un principal culpable de la sedimentación, entendemos que habría que mirar más críticamente hacia el río Yaque del Sur, que es el que aporta más regularmente agua cargada de sedimentos (y agroquímicos) a la Laguna a través del canal de Mena. Esta laguna se encuentra muy próxima al Río Yaque del Sur en su paso hacia la Bahía de Neiba, donde desemboca próximo a Barahona. Este río arrastraría la escorrentía superficial de su enorme cuenca, ubicada en el flanco sur de la Cordillera Central.
Pensamos que posiblemente haya otras causas agravantes más directas, como son la profunda alteración del régimen natural de aportes y desagües de agua. La hidrología de la laguna de Cabral ha sido altamente modificada a través de varios trabajos de ingeniería con el propósito principal de desarrollar proyectos agrícolas. Se conoce que los suelos entre el río Yaque del Sur y la orilla este de la laguna Cabral son llanos y de poca pendiente y que a la laguna en los 1920s le entraba agua desde ese río al menos por un caño al norte de la comunidad de Cabral denominado caño de Trujillo. También, cuando el Yaque del Sur se desbordaba, vertía agua a la laguna de Cabral a lo largo de toda su margen oriental. Entre los años 1950s y 1980s, el sistema fue intensamente modificado y a partir de entonces el aporte y el desagüe de agua dejó de seguir su régimen natural. Por un lado, se desarrollaron extensos proyectos agrícolas con sistemas de riego que utilizaban el agua del Yaque del Sur, sobre todo en la comunidad de Mena. Por el otro, y para controlar el exceso de agua del río y evitar inundaciones entre El Peñón y Cabral, se drenó y rectificó el caño de Trujillo (1954) y se hizo el canal de Mena (1979).
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