BUENOS AIRES.- Ante la circulación de rumores e información falsa y sin fundamento sobre supuestos riesgos para la salud de las personas, 5G Americas desea aclarar que no existe evidencia científica de que las redes de telecomunicaciones móviles sujetas a estándares internacionales provoquen efectos adversos para la salud de las personas.
Estudios e investigaciones de diversos organismos a nivel mundial han determinado que la exposición a las emisiones de radiación no ionizante (RNI) de las redes de telecomunicaciones inalámbricas no conduce a efectos adversos para la salud pública si está por debajo de los límites recomendados por la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación No Ionizante (ICNIRP).
Entre las agencias y organismos que se han pronunciado sobre el tema, se encuentran la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Comité Científico sobre Riesgos para la Salud Emergentes y Recientemente Identificados (SCENIHR) de la Unión Europea y la ICNIRP, entre otros.
Para contribuir a la información responsable, 5G Americas ha elaborado una página informativa con recursos relacionados con las telecomunicaciones móviles, incluyendo 4G y 5G, y su relación con la salud humana, que puede consultarse en https://brechacero.com/5g-y-la-salud/ (en español) y https://www.5gamericas.org/5g-and-health/ (en inglés).
Las telecomunicaciones cumplen una función de vital importancia tanto para la respuesta ante emergencias como para facilitar la atención médica y proporcionar comunicación, información, aplicaciones y otras prestaciones complementarias para el cuidado de la salud y demás necesidades básicas de las personas.
Los daños a la infraestructura de telecomunicaciones pueden ocasionar interrupciones del servicio, perjudicando a su vez a quienes deben servirse de ellos para acceder a una atención médica adecuada.
Por lo anterior, 5G Americas considera de suma importancia la realización de campañas informativas hacia la población para crear conciencia sobre la importancia de la infraestructura de telecomunicaciones, y que estén basadas en información verdadera y fundamentada científicamente.
La exposición a radiaciones no ionizantes emitidas por las antenas y teléfonos móviles de telecomunicaciones móviles 4G y 5G que cumplen con los estándares internacionales no constituyen un riesgo para la salud, de acuerdo con diversas entidades internacionales como la OMS, SCENIHR e ICNIRP
De un tiempo a esta parte ha surgido una inquietud creciente en gran parte de la población acerca de los posibles riesgos para la salud humana que puedan tener las antenas base de las redes de telefonía móvil. Un tema polémico y complejo. Mucha parte de esta inquietud proviene de “hacerse visible” el considerado foco del peligro, en este caso las antenas de telefonía móvil. Es curioso que en algún lugar en dónde ha habido polémica con este asunto ha sido porque los ciudadanos se han dado cuenta un buen día que se había instalado una antena bien visible e identificable en algún lugar cerca de zonas de tránsito y de presencia habitual de personas.
ResponderEliminarLo curioso es que si realmente comprobamos dónde están situadas a día de hoy todas las antenas de telefonía móvil podemos llevarnos muchas sorpresas. La gran mayoría están situadas en puntos elevados (tejados, azoteas, torres…) de forma que pasan totalmente desapercibidas para el público en general.
ResponderEliminarLa inquietud por los posibles riesgos y efectos en la salud de las personas que puedan tener estas antenas es lógica y razonable entre la población en general. Las nuevas tecnologías suelen tener este efecto; el miedo a lo desconocido, a lo novedoso y a lo difícil de entender, puede afirmarse que esta es una característica atávica de nuestra especie. En concreto, al electromagnetismo en general y a las ondas hertzianas en particular.
ResponderEliminarLo cierto es que a día de hoy vivimos rodeados de radiación electromagnética. Cada segundo nuestro cuerpo, estemos dónde estemos, es atravesado por millones de ondas electromagnéticas, muchas de ellas generadas de manera artificial, fundamentalmente ondas de radiofrecuencia (radio, TV, telefonía móvil, wifi…). A lo largo de nuestra vida
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