viernes, 8 de mayo de 2015

Pacto eléctrico y la “desactualización” dominicana



Ahora que casi de manera clandestina se discute el famoso “pacto eléctrico” es importante hacer constar que alguien difiere del procedimiento escogido para discutirlo y para la selección de los contenidos de lo que se busca en el previsible acuerdo.
A propósito de lo que voy a plantear, es importante no olvidar que muchos dominicanos hicieron negocios y buenas inversiones en los mercados financieros con el aval de sus conocimientos obtenidos en universidades extranjeras. Eso lo resalto porque acaba de fallecer Juan Bautista Vicini, ingeniero de profesión, y quien ha sido uno de esos dominicanos que sacó ventajas en el cocimiento, en la información e hizo buenos negocios. Me relató algunas anécdotas durante un reconocimiento que hace algunos años le hizo el Congreso Nacional y a cuyo acto fui invitado. Con mucha atención escuché, conversando mientras esperábamos el acto, una exposición sobre la revolución de los neumáticos cuando el caucho fue reemplazado y los distintos momentos de la industria azucarera.
En la actualidad, ante el eventual agotamiento de los combustibles fósiles, se produce en paralelo una revolución en el mundo de la generación de electricidad y, más reciente, en la posibilidad de acumular energía usable en gran cantidad y de manera cada vez más barata y sin contaminación.
No quiero pensar que los “facultos” designados por el gobierno para elaborar el pacto eléctrico aparezcan con un documento de la edad de piedra respecto a los adelantos actuales.
Veamos un detalle. Hace algunos años el gobierno de Estados Unidos financió al gobierno dominicano un estudio detallado sobre el potencial eólico de la República Dominicana. Dicho estudio, disponible en la web, revela que nuestro potencial pudiera alcanzar a triplicar el consumo eléctrico nacional del 2015-2020. Sin embargo, el nivel de explotación actual de ese potencial no llega al 1 % de la matriz de generación eléctrica nacional.
Muchísimas trabas existen en el camino para lograr llevar a cabo un proyecto eólico comercial. Las primeras surgieron cuando un jefe de la Comisión Nacional de Energía de uno de los gobiernos del señor Leonel Fernández “aprobó” concesiones a mafias políticas. El país fue concesionado varias veces en su potencial. Concesiones parecidas al escándalo de Bahía de las Águilas. Nadie puede disponer del aire ni del terrero sobre el que cruza el aire, excepto el propietario del terreno, pero esas concesiones no tuvieron en cuenta el derecho de propiedad. Fueron expropiatorias y violatorias de uno de los más viejos derechos del hombre: la propiedad.
Mis preguntas: ¿tienen claro los “facultos” del pacto eléctrico la alícuota a incluir  de las eólicas para la matriz eléctrica? ¿Se fijan metas para explotar el potencial eólico? ¿Y la participación de la generación solar en la matriz eléctrica? ¿Se ha contemplado?
Desde mi punto de vista, el gobierno debería buscar asistencia de Estados Unidos para elaborar una ley para introducir un régimen especial en el tratamiento a los proyectos eólicos y solares. Deberíamos sacar esos dos componentes del pacto, y que la ley especial, luego de la mencionada asistencia técnica, determine el porcentaje de ambos en la matriz eléctrica con lo cual garantizaríamos que ambos aumenten, de forma continua, su aporte a dicha matriz.
Sugiero a Estados Unidos porque es ese país el que está produciendo en estos momentos la gran revolución tecnológica en materia de electricidad. La misma va a tener mucho impacto en el muy corto plazo, provocando un giro hacia la microgeneración eléctrica y la autogeneración en los medianos y grandes consumidores de electricidad.
 Si examinamos la tendencia, la República Dominicana está a la puerta de ver la posibilidad de abaratar la electricidad que facilitará una mayor inversión de capital, más generación de empleos y exportaciones más competitivas.
Creo que esa revolución no debería ignorarse en un probable pacto eléctrico que debería ser corto en el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario