Santo Domingo,R.D.- El eléctrico es un tema aburrido, pero es tan importante, que por más
que pretendamos rehuirlo, resulta imposible. El mal servicio afecta a
todo el mundo. Y no sólo por las molestias y elevados costos que
representa para la sociedad, sino por todas sus implicaciones.
Desde
otra perspectiva, más allá de esos factores concretos, es más que
manifiesto que el desastroso servicio impacta la gobernabilidad. Esta
apreciación, que no entra en el discurso habitual de los líderes de la
oposición ni del gobierno, por obvia, debe ser considerada de esa
manera.
La caída del servicio constituye una fuente habitual de
desórdenes en las vías públicas y provoca desencantos colectivos, al
margen de las cuantiosas pérdidas económicas a los prestadores de
servicio y a los productores.
En consecuencia, el desastre
eléctrico constituye una fuente efectiva de pérdida de aprobación
popular para la administración gubernamental, ayer y hoy.
¿Qué
hacer para superar tan serio problema? elCaribe comparte algunas
consideraciones y preocupaciones. Héctor Linares comenta las tendencias
al cambio de las fuentes de generación eléctrica y cómo el mismo podría
mejorar la calidad, y especialmente, bajar los costos.
Osiris de
León plantea la necesidad de que el Estado asuma con determinación y
total seriedad la implantación de una nueva matriz de generación, y
además revisar los contratos que amparan a los generadores.
Andrés
Dauhajre valora y advierte la importancia de negociar los contratos con
los generadores en términos de calidad y transparencia, en atención a
las coyunturas nacionales e internacionales y sus implicaciones futuras,
especialmente, en materia financiera.
Mientras, Iván García nos
recuerda que sólo al sector comercial el déficit eléctrico provoca
pérdidas anuales de no menos de US$50 millones.
Sabemos que la
administración del presidente Danilo Medina trata de encarar este
problema. Pero mientras su plan de acción se cumple a paso lento, con la
vista fija en el 2016, el desastre eléctrico no sólo arruina a
pequeños, medianos y grandes comerciantes y productores, aburre a la
población en general, y amenaza la gobernabilidad en la Nación.
http://www.elcaribe.com.do/2013/05/20/crisis-electrica-gobernabilidad
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